Lookxury

Un lujo de compañía

En la última década, el universo del lujo ha experimentado una transformación silenciosa pero profunda: las mascotas —y especialmente los perros— se han convertido en una extensión emocional, estética y simbólica de la élite económica global. Ya no se trata solo de poseer un reloj de edición limitada, un yate o una obra de arte; ahora, entre los millonarios, tener un perro excepcional, perteneciente a las razas más exclusivas y difíciles de conseguir, es un gesto de sofisticación que define un estilo de vida. Para la alta sociedad, un perro ya no es únicamente un compañero. Es un reflejo de su sensibilidad, de su estética personal y de su manera de habitar el mundo. Las grandes fortunas buscan razas que combinen historia, pureza genética, temperamento equilibrado y, por supuesto, una presencia capaz de armonizar con interiores arquitectónicos o con viajes en jets privados.