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Hermès Arceau: El arte de detener el tiempo

Por Redacción

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Una paradoja hecha reloj

Hermès vuelve a desafiar la noción tradicional del tiempo con su icónico Arceau Le Temps Suspendu, una pieza que invita a detener el ritmo frenético de la vida moderna. Este reloj, presentado por primera vez en 2011 y relanzado en Watches & Wonders 2025, ofrece una experiencia poética: permite “suspender” la hora con solo pulsar un botón, ocultando las manecillas sin que el mecanismo interno deje de funcionar.

En otras palabras, el tiempo continúa fluyendo, pero el usuario elige no verlo. Una metáfora perfecta de la pausa, el descanso y la libertad frente a la tiranía del reloj.

Un concepto que trasciende la relojería

Desde sus inicios, Hermès ha defendido una visión emocional del tiempo. No busca medirlo con precisión obsesiva, sino experimentarlo con elegancia y calma. Así, el Arceau Le Temps Suspendu no pretende mostrar la hora, sino recordar que podemos dejar de mirar el reloj sin perder el momento.

Además, su nombre —que significa literalmente “el tiempo suspendido”— encapsula esa intención: una invitación a disfrutar del instante presente. Tal como afirma la propia firma, “el tiempo que olvidamos es el tiempo que saboreamos”.

Diseño con herencia ecuestre

Por otra parte, el diseño del Arceau tiene historia. Fue creado por Henri d’Origny en 1978, inspirado en el mundo ecuestre. Las asas asimétricas, que evocan los estribos de una montura, aportan dinamismo a una caja de 42 milímetros disponible en oro rosa u oro gris.

La esfera, con acabado translúcido y detalles en relieve, revela parte del mecanismo y juega con la luz. En su edición de 2025, Hermès propone tres tonos principales: brun désert (marrón cálido), rouge sellier (rojo intenso) y azul profundo, todos acompañados por correas de aligátor elaboradas artesanalmente.

Ingeniería invisible

Sin duda, la verdadera magia está en su interior. El reloj alberga un movimiento automático H1837 con un módulo desarrollado por Agenhor, la casa suiza de Jean-Marc Wiederrecht. Este sistema es el responsable de la complicación que “borra” el tiempo y luego lo restaura con precisión exacta.

Cabe destacar que el mecanismo continúa su curso incluso mientras la hora está oculta. Es decir, cuando el usuario decide volver a “reanudar” el tiempo, las manecillas regresan automáticamente a su posición correcta, sin perder ni un segundo.

Una declaración de intenciones

Asimismo, el Arceau Le Temps Suspendu encarna la filosofía del “slow luxury”: disfrutar del lujo sin prisa. En una época dominada por la inmediatez, Hermès propone detenerse y respirar. Este reloj no mide los minutos que pasan, sino los que valen la pena.

Su presencia en Watches & Wonders 2025 marca un retorno triunfal y demuestra que la innovación relojera también puede ser emocional y simbólica, no solo técnica.

Un lujo para el alma

En definitiva, el Hermès Arceau Le Temps Suspendu no es simplemente un reloj: es una poesía mecánica. Más que una complicación, representa un acto de libertad, una invitación a “salirse del tiempo” por un momento.

Porque, al final, Hermès nos recuerda que el verdadero lujo no está en poseer el tiempo, sino en poder olvidarlo.