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Angelina Jolie, madrina del Trofeo Chopard, sigue encadenando proyectos

Por Redacción

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Un regreso muy esperado a la Croisette

Angelina Jolie regresó al Festival de Cannes en 2025 y, con ello, devolvió a la Croisette una versión del glamour que muchos echaban de menos. Tras más de una década sin aparecer por el certamen, su vuelta no fue solo un gesto de nostalgia, sino una auténtica declaración de intenciones. La actriz, directora y productora llegó a la Riviera francesa como madrina del Trofeo Chopard y se convirtió de inmediato en una de las imágenes más comentadas del año en el universo del lujo.

Desde su llegada, la expectación fue evidente. Los focos, las cámaras y las miradas se dirigieron hacia ella, pero Jolie optó por una estrategia estética muy clara: menos estridencia y más sofisticación. De este modo, se alineó con una tendencia que domina las pasarelas y las alfombras rojas más exclusivas: el llamado quiet luxury.

Un vestido que redefine el lujo discreto

Para la gala del Trofeo Chopard, Angelina Jolie escogió un vestido blanco de líneas minimalistas, con una sola manga y una abertura medida, que aportaba movimiento y sensualidad sin caer en el exceso. La prenda, de tejido fluido y caída impecable, dibujaba una silueta limpia, casi escultórica, que dejaba claro que el verdadero impacto puede lograrse a través de la simplicidad bien pensada.

Además, las joyas jugaron un papel esencial en el conjunto. Jolie lució piezas de diamantes de Chopard, seleccionadas con precisión para acompañar el look sin dominarlo. El brillo de los metales y las piedras preciosas dialogaba con la pureza del blanco, creando una imagen coherente, serena y profundamente lujosa. Así, la actriz demostró que el glamour contemporáneo no necesita gritar para hacerse notar; basta con una suma de detalles perfectos.

Madrina del talento emergente

Por otra parte, su presencia en Cannes no se limitó a la estética. Como madrina del Trofeo Chopard, Angelina Jolie fue la encargada de entregar el reconocimiento a jóvenes intérpretes llamados a liderar la próxima generación de cine internacional. En su intervención, subrayó la importancia de proteger la libertad creativa, apoyar las nuevas voces y defender el papel del cine como espacio de encuentro entre culturas.

Este enfoque aportó una capa adicional de sentido a la velada. No se trataba solo de glamour y alfombra roja, sino también de compromiso cultural. El lujo, en este contexto, se asoció no únicamente con joyas y vestidos, sino con la capacidad de impulsar talento, ideas y relatos que conectan con el público global.

Un icono del glamour contemporáneo

Asimismo, el regreso de Jolie a la Riviera coincide con un momento maduro de su carrera. Su trabajo como actriz, directora y activista se refleja en una imagen pública sólida, que transmite tanto poder como vulnerabilidad. Esa dualidad se traduce también en su forma de entender la moda: elegante, depurada y cargada de significado.

En definitiva, Angelina Jolie firmó en Cannes 2025 uno de los grandes capítulos del glamour reciente. Su propuesta mezcla artesanía de alto nivel, joyería exquisita y un discurso alineado con los valores de la nueva era del lujo. Más que una simple aparición, su regreso a la Croisette se interpreta como un manifiesto: el glamour del futuro será discreto, consciente y, al mismo tiempo, inolvidable.

Como actriz, acaba de brillar con “María”, el biopic de Maria Callas, donde firma una interpretación intensa y muy controlada.
Al mismo tiempo impulsa “Couture”, un drama ambientado en la Semana de la Moda de París, que refuerza su vínculo con la alta costura.
En teatro, consolida su faceta de productora con “The Outsiders”, musical de Broadway premiado y con recorrido internacional.
Y, además, continúa desarrollando Atelier Jolie, un laboratorio creativo de moda responsable donde artesanía y lujo contemporáneo se dan la mano.

Entre rodajes, teatro y moda, Angelina Jolie demuestra que su historia está lejos de terminar. Su paso por la Riviera no es un paréntesis de glamour, sino el prólogo de una nueva etapa en la que quiere seguir brillando, pero también decidir cómo y para qué.