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El patrimonio belga brilla con la Fundación Rey Balduino

Por Redacción

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La edición 2026 de la prestigiosa feria BRAFA ya ha comenzado a generar expectación. Este año, el protagonismo recae especialmente en la Fundación Rey Balduino, que llega como invitada de honor para presentar dos piezas extraordinarias que destacan por su valor histórico y artístico. La presencia de la institución supone un homenaje a la preservación del patrimonio belga en un momento clave: su 50 aniversario.

Un homenaje al patrimonio en su máxima expresión

La Fundación Rey Balduino ha consolidado su reputación como una de las entidades europeas más comprometidas con la conservación cultural. Por esta razón, la invitación de BRAFA no solo reconoce su trayectoria, sino que también brinda una oportunidad excepcional para mostrar parte del tesoro artístico que custodia. Además, sitúa a Bélgica en el centro de la conversación internacional sobre la protección del patrimonio.

En este contexto, la Fundación ha decidido llevar a la feria dos obras que representan, cada una a su manera, la riqueza y diversidad del patrimonio belga. Ambas piezas han sido seleccionadas tanto por su relevancia histórica como por su capacidad para dialogar con el público contemporáneo.

Dos piezas que capturan la esencia de Bélgica

1. Una joya textil: el encaje de Bruselas “point de gaze”

La primera de las obras destaca por su delicadeza y complejidad técnica. Se trata de un fino encaje de Bruselas elaborado entre 1860 y 1880 con la técnica conocida como “point de gaze”. Esta modalidad, famosa por su suavidad y su intrincado relieve, representa uno de los máximos logros del arte textil belga del siglo XIX. Así, su inclusión en la feria se convierte en un homenaje a un oficio artesano que marcó la identidad cultural del país.

El encaje se caracteriza por sus motivos florales y su elaboración enteramente manual, un proceso que podía extenderse durante meses. Por consiguiente, su presencia en BRAFA subraya la importancia histórica de Bélgica como referente europeo en la producción de encajes de lujo.

2. La “Silver Owl Cup”: una obra maestra del siglo XVI

Por otra parte, la “Silver Owl Cup”, datada entre 1548 y 1549, constituye una pieza excepcional del arte orfebre de Amberes. Realizada en coco, plata y plata dorada, está considerada una de las obras más antiguas y singulares de la ciudad. Su forma de búho, cuidadosamente modelada y decorada, ha cautivado desde hace siglos tanto a coleccionistas como a historiadores del arte.

Esta obra no solo refleja el virtuosismo técnico de los maestros plateros flamencos, sino que también ilustra la riqueza cultural de los Países Bajos en pleno Renacimiento. Por otro lado, su presencia en BRAFA aporta un fuerte elemento simbólico: la continuidad entre el esplendor artístico del pasado y su preservación en la actualidad.

Un espacio para el diálogo entre arte, sociedad y filantropía

Durante la feria, la Fundación Rey Balduino ocupará un espacio destacado en el que, además de exhibir estas piezas únicas, se desarrollarán breves charlas y encuentros con expertos. El objetivo es acercar el patrimonio al gran público y, al mismo tiempo, reflexionar sobre la importancia de la filantropía en la conservación cultural.

Sin embargo, la apuesta de la Fundación va más allá de la simple exhibición. Su participación pretende fomentar nuevas miradas sobre cómo la sociedad actual se relaciona con su pasado artístico. En definitiva, la presencia belga se convierte en uno de los puntos más esperados dentro del recorrido ferial.

Un aniversario que mira al futuro

Celebrar cincuenta años preservando el patrimonio convierte 2026 en una fecha especialmente significativa para la Fundación. Su participación en BRAFA no solo rinde homenaje a su historia, sino que también refuerza su misión de seguir protegiendo, investigando y compartiendo el legado cultural belga con las generaciones venideras. Por lo tanto, la feria se presenta como el escenario perfecto para mirar al futuro sin perder de vista la riqueza del pasado.