El colesterol LDL, un factor clave para la salud cerebral
La Fundación Pasqual Maragall ha puesto el foco en la importancia de controlar el colesterol LDL, conocido como colesterol “malo”, no solo para prevenir enfermedades cardiovasculares, sino también para reducir el riesgo de demencia y otras patologías neurodegenerativas, como el Alzheimer. En este sentido, distintos estudios científicos indican que niveles elevados de LDL en la mediana edad se asocian con un mayor deterioro cognitivo en etapas posteriores de la vida.
Evidencia científica y prevención a largo plazo
Asimismo, la Fundación explica que el exceso de colesterol LDL favorece la inflamación y el daño de los vasos sanguíneos, lo que puede afectar al riego cerebral. Como consecuencia, estos procesos pueden acelerar la aparición de alteraciones cognitivas. Por ello, los expertos insisten en la importancia de actuar de manera preventiva cuanto antes.
Alimentación saludable como primer paso
Por un lado, la Fundación Pasqual Maragall recomienda seguir una alimentación equilibrada, basada en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, pescado azul y aceite de oliva. Al mismo tiempo, aconseja reducir el consumo de grasas saturadas, productos ultraprocesados, sal y azúcares añadidos, ya que influyen negativamente en la salud vascular y cerebral.
La actividad física y otros hábitos protectores
Por otro lado, mantener una rutina de actividad física regular resulta fundamental para mejorar el perfil lipídico y proteger el cerebro. Del mismo modo, evitar el tabaco, moderar el consumo de alcohol y controlar factores como la hipertensión y la diabetes contribuyen a reducir el riesgo de demencia.
La importancia del seguimiento médico
Finalmente, la Fundación recuerda la necesidad de realizar revisiones médicas periódicas, especialmente a partir de los 40 años, con el objetivo de detectar a tiempo niveles elevados de colesterol LDL. En algunos casos, además, puede ser necesario recurrir a tratamiento farmacológico siempre bajo supervisión médica.
En conclusión, la Fundación Pasqual Maragall destaca que cuidar la salud cardiovascular es también una forma de cuidar la salud cerebral, y que la prevención, basada en hábitos de vida saludables, es una herramienta clave para reducir el riesgo de demencia a largo plazo.
