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Chhatrapati Shivaji Maharaj Terminus

Por Redacción

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En el corazón palpitante de Bombay —Mumbai para la India contemporánea— se alza una obra que trasciende su función ferroviaria para convertirse en un manifiesto cultural, histórico y estético. La Chhatrapati Shivaji Maharaj Terminus (CSMT), antigua Victoria Terminus, no es solo la estación de tren más bella de la ciudad, sino una de las más impresionantes del planeta. Un lugar donde la ingeniería, el arte y la ambición imperial dialogan con la vitalidad inagotable de la India moderna.

Inaugurada en 1887, en plena época del Raj británico, la estación fue concebida para conmemorar el Jubileo de Oro de la reina Victoria. El arquitecto británico Frederick William Stevens diseñó un edificio monumental que fusiona el neogótico victoriano con elementos de la arquitectura tradicional india, creando un estilo híbrido único que hoy se estudia en las escuelas de arquitectura de todo el mundo. Cúpulas, torres, arcos apuntados, vitrales y esculturas conviven con motivos florales, animales mitológicos y símbolos del subcontinente indio.

El resultado es una construcción tan grandiosa como delicada. Su cúpula central, inspirada en las grandes catedrales europeas, domina el perfil urbano de Mumbai, mientras que la fachada —rica en detalles escultóricos— parece narrar una epopeya de progreso, comercio y mestizaje cultural. No es casualidad que en 2004 la UNESCO la declarara Patrimonio de la Humanidad, reconociéndola como una obra maestra del ingenio humano.

Pero la grandeza de la Chhatrapati Shivaji Maharaj Terminus no reside únicamente en su belleza arquitectónica. Cada día, más de tres millones de pasajeros atraviesan sus andenes. Ejecutivos, estudiantes, comerciantes y viajeros anónimos comparten espacio bajo sus bóvedas centenarias, convirtiendo la estación en un escenario vivo donde el pasado colonial y el presente ultradinámico de la India se cruzan sin fricción. Pocas estaciones en el mundo pueden presumir de ser, al mismo tiempo, museo, infraestructura crítica y símbolo nacional.

Al caer la noche, iluminada con una luz cálida que realza sus relieves y torres, la estación adquiere un aire casi cinematográfico. No sorprende que haya sido escenario de películas, reportajes internacionales y sesiones fotográficas de grandes revistas de lujo. Frente a ella, el viajero comprende que el ferrocarril en la India no es solo un medio de transporte: es una columna vertebral social, emocional y económica.

En un mundo dominado por estaciones funcionales, impersonales y sometidas a la velocidad, la Chhatrapati Shivaji Maharaj Terminus reivindica el derecho a la belleza en los espacios públicos. Es un recordatorio de que incluso los lugares de tránsito pueden aspirar a la eternidad. Bombay tiene en esta estación no solo un icono urbano, sino un emblema de identidad y ambición global.

Porque hay estaciones eficientes, estaciones históricas y estaciones bellas. Pero muy pocas —en Mumbai y en el mundo— alcanzan la categoría de obra de arte viva.