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Vestido blanco: Protagonista del verano

Por Redacción

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París, Milán, Nueva York – El blanco ha hablado. Y lo ha hecho con voz clara, limpia y poderosa. La temporada primavera-verano 2025 consagra al vestido blanco como la pieza central del lujo contemporáneo. Lejos de limitarse a su tradicional rol nupcial, esta prenda se transforma en un manifiesto de sofisticación, innovación y feminidad.

Las principales casas de moda —de Valentino a The Row, pasando por Chanel, Elie Saab y Jacquemus— han apostado por una estética purista en sus colecciones SS25. Vestidos columna de líneas limpias, tejidos fluidos de lino, transparencias románticas y acabados tecnológicos convierten al blanco en símbolo de modernidad sin estridencias.

«Estamos viviendo una nueva era de belleza tranquila», afirmó Pierpaolo Piccioli tras su desfile en Roma, donde el blanco se desplegó como una declaración de intenciones. “No se trata de minimalismo, sino de esencialismo elevado”.

El romanticismo también ha encontrado su expresión en tonos níveos: bordados florales, volantes etéreos y mangas globo en organza cautivaron en los shows de Elie Saab y Giambattista Valli. Al mismo tiempo, diseñadores emergentes como Coperni e Iris van Herpen introdujeron tecnología en los tejidos, logrando efectos nacarados, microperforaciones inteligentes y textiles fotocromáticos que cambian con la luz.

La tendencia no solo pisa fuerte en la alta costura. Influencers, editoras y celebrities ya adaptan el vestido blanco a la calle. Desde el slip dress con deportivas hasta el vestido camisero con cinturón joya, el blanco se consolida como un aliado versátil, fresco y de indiscutible elegancia.

Más allá de su estética, el auge del blanco refleja un estado emocional: necesidad de orden, renovación y autenticidad tras años de saturación visual y exceso digital. Según expertos en psicología del color, el blanco representa un nuevo comienzo. Y la moda lo ha captado a la perfección.

En las próximas semanas, se esperan lanzamientos clave en boutiques de lujo y pop-ups efímeros dedicados exclusivamente a esta tendencia. Las grandes casas, así como firmas independientes, apuestan por líneas cápsula monocromáticas y materiales sustentables.

En 2025, el blanco no es ausencia de color. Es la presencia absoluta del estilo.