Lookxury

El nuevo Excalibur Double Tourbillon Cobalt cautiva con su innovación

Por Redacción

|

Roger Dubuis presentó una auténtica obra maestra que, sin lugar a dudas, eleva la innovación tecnológica y el diseño contemporáneo a un nuevo nivel. El Excalibur Double Tourbillon Cobalt Chrome fue revelado en el marco del Watches & Wonders Shanghái 2024 y, desde entonces, se ha consolidado como una de las piezas más destacadas de la firma ginebrina. Por ello, merece un análisis detallado que abarque tanto su ingeniería como su estética.

Materiales ultra­técnicos al servicio de la mecánica

Para empezar, la caja de este guardatiempo —de 45 mm de diámetro y 14,66 mm de grosor— está fabricada en una aleación de cromo-cobalto (“CarTech Micro-Melt BioDur CCM”). Cabe señalar que este material se desarrolló originalmente para los sectores automotriz, aeronáutico y aeroespacial, lo que demuestra el carácter vanguardista de la propuesta. Gracias a su fabricación mediante metalurgia de polvos, la pieza alcanza un acabado homogéneo, un brillo excepcional y una resistencia sobresaliente, cualidades que resultan muy poco comunes en la relojería tradicional.

Asimismo, la superficie de este material resplandece con una tonalidad plateada que contrasta de manera armónica con los detalles en azul profundo, inspirados en el color natural del cobalto. De este modo, el reloj no solo sobresale por su rendimiento técnico, sino también por su fuerte personalidad estética.

Mecánica esquelética de doble tourbillon

En lo que respecta a su corazón mecánico, el reloj late gracias al calibre RD108SQ, un movimiento manual esqueletizado compuesto por 319 componentes y 32 rubíes. Por otra parte, oscila a 21 600 vph (3 Hz) y ofrece una notable reserva de marcha de 72 horas.

Su característica más distintiva es, sin duda, la presencia de dos tourbillones volantes que giran libremente, conectados mediante un diferencial regulador. En consecuencia, se logra una transmisión de energía más precisa y una mayor estabilidad cronométrica.

Además, la jaula superior de cada tourbillon está elaborada en cromo-cobalto no magnético, mientras que la inferior está fabricada en titanio, un material también antimagnetismo y dos veces más ligero que el acero. Gracias a ello, se garantiza un equilibrio ideal entre ligereza y fiabilidad.

Como era de esperar, el calibre ostenta el prestigioso Poinçon de Genève, certificación que avala la excelencia tanto en acabados como en rendimiento. Para alcanzar este estándar, sus 319 piezas pasan por 17 técnicas distintas de acabado manual, que van desde el granallado y el perlado hasta los puentes con revestimiento NAC. Así, el resultado es un mecanismo impecable tanto en lo técnico como en lo visual.

Diseño visual: espectáculo mecánico en azul y plata

A la hora de hablar del diseño, hay que destacar que no se trata solo de un prodigio mecánico: también es una obra de arte visual.

  • En primer lugar, la esfera incorpora detalles en azul CVD (Chemical Vapor Deposition), visibles en el realce de doble superficie satinada con escala de minutos, textos transferidos e índices rodinados con Super-LumiNova.
  • En segundo lugar, las agujas esqueletizadas, en oro blanco 18 K y con puntas luminescentes, aseguran una excelente legibilidad sin romper la armonía estética.
  • Finalmente, la arquitectura esquelética permite contemplar toda la mecánica: puentes en forma de estrella, tren de rodaje y los dos tourbillones en plena acción.

La correa, por su parte, es de piel de becerro azul y respeta la política de no utilizar pieles exóticas. Asimismo, incorpora un sistema de cambio rápido Quick Release y se ajusta con una hebilla triple desplegable de titanio, lo que facilita tanto su uso como su personalización.

Conviene destacar que la fabricación y ajuste de un doble tourbillon requieren casi el doble de tiempo que un tourbillon único. Por este motivo, cada unidad refleja no solo la destreza técnica, sino también la dedicación artesanal que caracteriza a la marca.