En el corazón de Kailua-Kona, en la exclusiva Isla Grande de Hawái, emerge una finca costera que redefine los estándares del lujo. Con 22 acres de terreno frente al océano y un diseño arquitectónico que integra naturaleza y sofisticación, esta propiedad se presenta como una de las más espectaculares actualmente disponibles en el mercado internacional de alto nivel.
Más que una residencia, es un universo privado de bienestar, privacidad y exclusividad.
Una localización incomparable
Situada en la costa oeste de la isla, la finca ofrece vistas ininterrumpidas al Pacífico y a la bahía de Kailua. Su entorno combina la energía volcánica de la Big Island con la serenidad de un santuario tropical. Por consiguiente, cada amanecer y cada atardecer se convierten en experiencias únicas para quienes la habiten.
Arquitectura y diseño de autor
Construida en 2011 por el prestigioso estudio de Reus Architects, y con interiores firmados por Philpotts Interiors, la residencia refleja una filosofía de integración absoluta con el paisaje. De hecho, los espacios abiertos conectan salones, terrazas y jardines en perfecta armonía con la brisa marina y la vegetación tropical.
- Dimensiones: 10 dormitorios y 11.5 baños.
- Estilo: contemporáneo con inspiración isleña, materiales nobles y acabados artesanales.
- Interiores: renovados recientemente con un enfoque en elegancia atemporal y confort moderno.

Amenidades exclusivas dignas de un resort
Asimismo, el inmueble destaca por ofrecer un catálogo de amenidades propias de un complejo de cinco estrellas:
- Piscina infinity con spa rodeada de jardines tropicales.
- Teatro privado para proyecciones y entretenimiento.
- Marina privada y playa artificial de aguas tranquilas.
- Helipuerto para traslados directos y discretos.
- Cancha polivalente para baloncesto y tenis.
En otras palabras, cada rincón ha sido diseñado para potenciar el arte de vivir.
Un estilo de vida sin concesiones
Más allá de su valor arquitectónico, esta finca encarna lo que hoy se entiende como verdadero lujo:
- Privacidad absoluta en un enclave estratégico, alejado de miradas externas.
- Conexión con la naturaleza, donde la selva tropical se funde con el mar abierto.
- Experiencias integrales de bienestar, con espacios que invitan tanto al descanso íntimo como a la celebración de eventos exclusivos.
Por último, no se trata simplemente de adquirir una residencia, sino de abrazar un estilo de vida irrepetible, donde cada detalle refleja excelencia, exclusividad y armonía.
En un mundo donde la discreción y la experiencia sensorial se han convertido en los mayores símbolos de estatus, esta joya hawaiana se erige como el epítome del lujo contemporáneo. Una oportunidad única de poseer no solo una propiedad, sino un legado frente al océano Pacífico.