Tribeca se reinventa como barrio residencial exclusivo
Tribeca transformó antiguos almacenes y fábricas en uno de los barrios más cotizados de Manhattan. Greenwich Street encabezó esta evolución y consolidó su reputación como arteria de lujo. Los desarrolladores restauraron edificios históricos y levantaron condominios de diseño que hoy atraen a una élite internacional.
443 Greenwich Street lidera la transformación
El 443 Greenwich Street nació en 1880 como fábrica de encuadernación y, en 2014, el estudio CetraRuddy lo convirtió en un condominio de lujo. El edificio mantiene su fachada de ladrillo rojo y ofrece 45 lofts y 8 penthouses que combinan vigas de madera originales con acabados de mármol Calacatta y suelos de roble blanco. Los arquitectos diseñaron cada espacio para mezclar tradición con modernidad.

El edificio ofrece servicios de resort urbano
El 443 Greenwich ofrece una piscina climatizada de 21 metros, spa con sauna y baño turco, gimnasio privado y estudios de yoga. Los residentes disfrutan además de una terraza ajardinada en la azotea y un patio interior de 370 m². El edificio incluye garaje privado y bodegas climatizadas. Estos servicios transforman la residencia en un auténtico resort urbano en el corazón de Manhattan.
Las celebridades eligen Greenwich Street
El diseño del 443 Greenwich protege la privacidad con accesos discretos y circulación interna reservada. Gracias a esta característica, el edificio se ganó la fama de ser paparazzi-proof. Figuras como Jake Gyllenhaal, Justin Timberlake o Meg Ryan compraron sus apartamentos aquí. En 2025, Gyllenhaal vendió su unidad por 14 millones de dólares, casi el doble de lo que pagó en 2017, y confirmó así la capacidad del inmueble de generar plusvalía.
Una dirección con futuro
Los apartamentos de Greenwich Street no son solo viviendas; son símbolos de estatus, refugios de privacidad y ejemplos de cómo la arquitectura histórica puede reinventarse con la mirada puesta en el futuro.
