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Zenith, la relojería que desafía la gravedad

Por Redacción

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En un panorama donde abundan las reediciones nostálgicas y las explosiones de color, Zenith ha decidido avanzar en otra dirección: hacia lo imposible. El nuevo DEFY Zero G, disponible en ediciones de zafiro transparente y zafiro azul de 46 mm, representa la culminación de más de 160 años de obsesión por la precisión. A diferencia de lo que podría esperarse, su secreto no radica en un tourbillon tradicional, sino en un ingenioso módulo giroscópico —Gravity Control— que mantiene el órgano regulador en posición perfectamente horizontal, neutralizando así los efectos de la gravedad y elevando la exactitud a un nivel casi irreal.

Un corazón suspendido

Inspirado en los antiguos cronómetros marinos montados en cardán, el sistema Gravity Control adapta ese principio al microcosmos de la muñeca. En consecuencia, un mecanismo esférico —miniaturizado hasta un volumen de apenas 1,3 cm³ y compuesto por 139 piezas— logra mantener el conjunto volante-espiral siempre en la orientación ideal. Este complejo sistema compensa automáticamente las variaciones de posición del reloj, garantizando una estabilidad de marcha que pocas complicaciones pueden igualar.

El alma del tiempo: calibre El Primero 8812

El DEFY Zero G late gracias al calibre El Primero 8812 de remonte manual. Este movimiento, completamente esqueleto y visible desde todos los ángulos, convive de forma magistral con el módulo giroscópico. Además, ofrece una reserva de marcha de 50 horas y una frecuencia de alta precisión, manteniendo la legendaria herencia técnica de Zenith. Sus puentes en forma de estrella, sello visual de la manufactura, refuerzan la idea de que la técnica y la estética pueden hablar un mismo idioma.

Transparencia absoluta y profundidad mineral

Por otra parte, la caja de zafiro —tallada a partir de bloques macizos— convierte el reloj en un espectáculo de luz. Disponible en versión transparente o azul intenso, permite observar la mecánica como si flotara en el aire. A su vez, la esfera de lapislázuli, salpicada de piritas doradas que evocan un cielo nocturno, introduce una nota poética y orgánica. La combinación entre la pureza del zafiro y la textura de la piedra natural crea un contraste de modernidad y tradición que define el verdadero lujo contemporáneo.

Proporciones y presencia

Con sus 46 mm de diámetro, el DEFY Zero G no busca pasar desapercibido. Sin embargo, la ligereza del zafiro y el diseño compacto de las asas permiten un porte sorprendentemente equilibrado. La hermeticidad de 30 metros es más que suficiente para una pieza cuyo propósito no es el deporte, sino la contemplación del arte mecánico en su estado más puro.

Exclusividad y valor

Zenith presenta dos referencias: una en zafiro azul y otra en zafiro transparente. Cada versión está limitada a solo 10 unidades, lo que subraya su exclusividad. El reloj se entrega con una correa de caucho revestida en aligátor y un cierre desplegable, mientras que su precio de referencia asciende a 200.000 francos suizos. Un valor que, sin duda, refleja tanto la innovación técnica como la rareza del conjunto.

Más allá de la técnica

Finalmente, el DEFY Zero G no solo desafía la gravedad; desafía también las convenciones de la alta relojería. Desde 2018, Zenith ha preferido innovar por cuenta propia en lugar de reinterpretar el pasado. En este sentido, el Zero G propone una alternativa al tourbillon clásico: un enfoque moderno, científico y profundamente poético. Es, en esencia, una instalación cinética en miniatura, un objeto de contemplación que une ingeniería, arte y filosofía del tiempo.