En pleno corazón de Altamount Road, también conocida como “Billionaires’ Row”, se alza Antilia, la residencia privada del magnate indio Mukesh Ambani y su familia. Con 27 plantas y 173 metros de altura, este rascacielos-mansión redefine el concepto de vivienda de lujo extremo.
La construcción comenzó en 2006 y concluyó en 2010, con un coste estimado de entre 1 000 y 2 000 M USD. Para 2023, su valoración en el mercado alcanzaba los 4 600 M USD, y según medios españoles, incluso se estima un valor de unos 4 300 M €.
Diseñado por Perkins & Will (Chicago), con interiores de Hirsch Bedner Associates y participación de Gauri Khan en espacios selectos, Antilia fue concebido para resistir temblores de hasta magnitud 8 en la escala de Richter.
Un hogar vertical: instalaciones de ensueño
Antilia ocupa una parcela de 4 532 m² (ruta pendiente de la antigua donación de un orfanato), con un total de más de 400 000 ft² (≈37 000 m²) de superficie útil. Los primeros seis niveles se destinan al aparcamiento, con capacidad para 168 vehículos de alta gama como Ferrari, Rolls‑Royce y Bentley. También hay una gasolinera propia. La residencia cuenta con un equipo de mantenimiento de cerca de 600 personas.

Otras instalaciones incluyen:
- Tres helipuertos —no operativos por falta de certificación oficial.
- Nueve ascensores de alta velocidad, algunos con doble altura de piso.
- Cine privado para unas 50 personas
- Salón de baile y teatro, con espectaculares decoraciones de cristal y mármol.
- Piscinas, spa, centro de salud, gimnasio, estudio de baile y yoga.
- Templo familiar dedicado a Ganesh y Shiva.
- Jardines colgantes en varias plantas, con estrategias de eficiencia energética.
Sala de nieve: una peculiar extravagancia
Una de las características más insólitas de Antilia es la llamada “snow room” o sala de nieve. Este cuarto emula un ambiente alpino: está climatizado a temperaturas bajo cero y sueltan copos de nieve artificial desde las paredes, mientras los visitantes se sientan en bancos de madera.
Ubicada junto a una heladería —integrada como espacio anexo para mejorar la experiencia térmica—, esta sala permite escapar del calor húmedo de Mumbai, donde las temperaturas rara vez bajan de 7 °C.
Su funcionamiento combina sistemas de refrigeración, ventiladores, generadores de nieve y mecanismos automáticos sofisticados. En palabras de ET Now Luxe, “un cuarto de nieve que escupe copos artificiales”: un lujo disruptivo que mezcla frío, diseño y puro espectáculo.
Ingeniería, estética y sostenibilidad
Desde el punto de vista técnico, Antilia es un prodigio de ingeniería: tiene estructuras reforzadas, sótanos profundos, sistemas de emergencia y resistencia sísmica de nivel alta.
Estéticamente, cada planta está decorada con diferentes esencias: motivos de loto y sol, materiales nobles como mármol, nacar y cristal, y techos de doble altura.
Los jardines en altura no son solo ornamentales: ayudan a regular la temperatura interior y reducir dependencia del aire acondicionado, añadiendo un matiz ecológico al edificio.
Antilia es, sin duda, un monumento al poder económico convertido en arquitectura vertical. Entre ascensores, helipuertos y salas temáticas, su sala de nieve simboliza el pináculo del lujo sobredimensionado: un refugio helado en mitad del trópico
Es un manifiesto construido en acero, mármol y nieve artificial: una residencia, un símbolo, y también un espejo controvertido de la India contemporánea.