En el corazón del valle de Atxondo, en la pequeña localidad vizcaína de Axpe, se alza discretamente un caserío que alberga uno de los templos gastronómicos más venerados del planeta: el Asador Etxebarri. Bajo la dirección del chef autodidacta Bittor Arginzoniz, este restaurante ha sido reconocido por segundo año consecutivo como el segundo mejor del mundo y el mejor de Europa en la prestigiosa lista The World’s 50 Best Restaurants 2025, consolidando su posición como referente global de la alta cocina.
Un maestro del fuego
Bittor Arginzoniz, nacido en Axpe, ha revolucionado la cocina a la brasa elevándola a una forma de arte. Su dominio del fuego y su respeto absoluto por el producto han sido clave en la creación de una propuesta culinaria única. Cada ingrediente es tratado con precisión milimétrica, utilizando diferentes tipos de leña para realzar sus sabores naturales sin enmascararlos. Este enfoque ha llevado a Etxebarri a ser considerado un «destino verdaderamente mágico» por los expertos gastronómicos.
Una experiencia gastronómica inigualable
El menú degustación de Etxebarri, valorado en 280 euros (bebidas no incluidas), ofrece una secuencia de platos que celebran la pureza del producto y la maestría en la parrilla. Desde chorizo artesano y gamba de Palamós hasta cocochas de merluza y chuleta de vaca, cada bocado es una oda al sabor auténtico. Los postres, como el helado de leche reducida con jugo de remolacha, cierran la experiencia con un toque dulce y sorprendente.

Además de su posición en el ranking global, Etxebarri ha sido galardonado con el premio al mejor sumiller del mundo, otorgado a Mohamed Benabdallah, cuya labor en la selección y maridaje de vinos complementa a la perfección la propuesta culinaria del restaurante. Desde su entrada en la lista de los 50 mejores restaurantes en 2011, Etxebarri ha escalado posiciones gracias a su constancia y excelencia, manteniéndose en el top 10 desde 2016.
Lejos de las modas y las técnicas vanguardistas, Etxebarri apuesta por una cocina honesta y silenciosa que pone en valor la tradición y la calidad del producto local. Su ubicación en un entorno rural y su estética sencilla contrastan con la sofisticación de su propuesta gastronómica, ofreciendo a los comensales una experiencia auténtica y memorable.
En un mundo donde la innovación y la espectacularidad a menudo dominan la escena culinaria, el Asador Etxebarri demuestra que la simplicidad, cuando se ejecuta con maestría y pasión, puede alcanzar las más altas cumbres del reconocimiento internacional.