Viajar al Benelux —la unión de Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo— es adentrarse en un triángulo donde la historia convive con el diseño contemporáneo, la gastronomía de autor y la hospitalidad de alto nivel. A continuación, se propone un recorrido exclusivo, con lo mejor que visitar y dos hoteles excepcionales donde alojarse.
De Ámsterdam a Brujas: encanto en cada canal
Para comenzar, nada mejor que Ámsterdam. Sus canales, museos y barrios vibrantes ofrecen una introducción inmejorable al espíritu neerlandés. Además, desde allí resulta sencillo trasladarse a Brujas, la llamada “Venecia del Norte”. Entre sus callejuelas adoquinadas y fachadas góticas, se respira un ambiente romántico y atemporal.
En segundo lugar, Amberes se presenta como el corazón creativo: moda, arte y diamantes conviven en un entorno sofisticado que fascina a los viajeros más exigentes.
Bruselas y Luxemburgo: tradición y modernidad
A continuación, la capital belga sorprende con la majestuosidad de la Grand Place, sus galerías de arte y su reconocida tradición chocolatera. No obstante, Bruselas no se queda en lo clásico: también exhibe barrios modernos, arquitectura vanguardista y una escena gastronómica de primer nivel.
Por último, Luxemburgo ofrece un cierre sereno y elegante al itinerario. Su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad, y sus paisajes del Müllerthal —conocido como la “Pequeña Suiza”— son el escenario perfecto para una despedida inolvidable.
Dos hoteles que definen el lujo
Corinthia Grand Hotel Astoria, Bruselas
Recién restaurado, este icono Belle Époque combina historia, arte y servicios de última generación. Sus suites transmiten el refinamiento de la realeza europea, mientras que su spa y su propuesta gastronómica con sello Michelin convierten la estancia en una experiencia total.
Waldorf Astoria, Ámsterdam
Ubicado en seis palacetes del siglo XVII, este hotel ofrece un lujo sobrio y elegante frente al canal Herengracht. Sus interiores fusionan clasicismo y modernidad, mientras que el restaurante Spectrum, galardonado con estrellas Michelin, deleita los paladares más exigentes.
Un destino compacto, variado y sofisticado
En resumen, el Benelux destaca por su diversidad en distancias cortas: de ciudades cosmopolitas a pueblos medievales, de palacios barrocos a arquitectura vanguardista, de gastronomía tradicional a alta cocina internacional.
En definitiva, viajar a esta región no es solo recorrer un mapa: es vivir la esencia de Europa en clave de lujo, con cada detalle pensado para quienes buscan experiencias memorables.