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Casa Casuarina: El refugio de Gianni Versace en el corazón de Miami Beach

Por Redacción

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Frente al mar azul del Atlántico, en la vibrante Ocean Drive de Miami Beach, se alza imponente una de las propiedades más emblemáticas del sur de Florida: Casa Casuarina, una mansión de estilo neomediterráneo que combina historia, arte y lujo en cada detalle.

Originalmente construida en 1930 por Alden Freeman, un filántropo e intelectual fascinado por la historia europea, la propiedad fue inspirada en el Alcázar de Colón, la residencia del hijo de Cristóbal Colón en Santo Domingo. Con una fachada de piedra coralina, techos de tejas españolas, y frescos que evocan la tradición grecorromana, Casa Casuarina fue concebida como una celebración de la cultura mediterránea y un tributo a los exploradores del viejo mundo.

Durante décadas, la mansión se convirtió en un punto de referencia discreto pero admirable entre las construcciones art déco de South Beach. Su estilo sobrio y sofisticado, ajeno a las modas pasajeras, le otorgó una distinción única en el paisaje arquitectónico de la ciudad.

El toque de Versace: lujo, arte y diseño

En 1992, Casa Casuarina experimentó un renacimiento con la llegada de Gianni Versace, el icónico diseñador de moda italiano. Enamorado de su atmósfera renacentista y su ubicación frente al mar, Versace adquirió la propiedad y emprendió una profunda remodelación valorada en más de 30 millones de dólares.

El resultado fue una obra maestra de diseño interior, donde conviven mosaicos de mármol importado, techos abovedados, fuentes de estilo clásico y una piscina de 16 metros decorada con más de un millón de piezas de azulejos y detalles en oro de 24 quilates. Cada rincón fue intervenido con la meticulosa estética de Versace, transformando la mansión en una auténtica obra de arte habitable.

Su jardín interior, rodeado de columnas dóricas y exuberante vegetación, evoca las villas italianas del siglo XVI. Las suites, decoradas con muebles barrocos y textiles de lujo, ofrecen una experiencia sensorial y visual que transporta al huésped a un palacio mediterráneo. Más allá de la moda, Versace dejó en esta casa su legado más íntimo y permanente: un espacio donde la arquitectura, el arte y la vida cotidiana se fusionan armoniosamente.

The Villa Casa Casuarina: hospedaje cinco estrellas con historia

Hoy, la legendaria mansión ha sido transformada en The Villa Casa Casuarina, un exclusivo hotel boutique que conserva la esencia original del lugar. Gestionado con atención al detalle y respeto por el legado de diseño que la caracteriza, el hotel ofrece 10 suites temáticas —incluida la famosa «Suite Venus»—, todas decoradas con elementos originales de la época de Versace.

En el restaurante Gianni’s, ubicado en el patio central de la casa, los visitantes pueden disfrutar de una propuesta culinaria mediterránea contemporánea, rodeados por mosaicos, fuentes y columnas que recrean la atmósfera de una antigua villa romana. Ya sea para una cena íntima, una boda lujosa o una estadía inolvidable, Casa Casuarina brinda una experiencia multisensorial en un entorno que combina historia, arte y exclusividad.

Además, el hotel organiza visitas guiadas privadas que permiten a los huéspedes conocer la historia y secretos arquitectónicos de la propiedad, desde sus bóvedas y balcones hasta las esculturas y detalles ornamentales que decoran cada sala.

No es solo una propiedad de lujo: es un símbolo de Miami Beach, un refugio cultural en medio del bullicio tropical y una obra maestra del diseño clásico reinterpretado en clave moderna. Es también un testimonio de cómo el patrimonio arquitectónico puede encontrar una segunda vida sin perder su esencia, transformándose en destino de arte, moda y hospitalidad.

Visitar Casa Casuarina es recorrer la historia viva de un lugar que ha sabido reinventarse con gracia, manteniéndose como uno de los hoteles más singulares y prestigiosos del mundo. Desde su origen renacentista hasta su actual esplendor, la mansión continúa siendo una fuente inagotable de inspiración para quienes la pisan, duermen en ella o simplemente la admiran desde la acera de enfrente.