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Coco Dávez, icono del pop art minimalista internacional

Por Redacción

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En el panorama del arte contemporáneo español, Coco Dávez se ha consolidado como una de las creadoras más reconocibles e internacionales. Su estilo vibrante y minimalista ha conquistado tanto a coleccionistas como a marcas de lujo, y hoy su serie Faceless es un referente de cómo el arte puede evocar identidad incluso en la ausencia de un rostro.

A continuación, recorremos su trayectoria, sus exposiciones recientes y su filosofía creativa.

De Valeria Palmeiro a Coco Dávez

En primer lugar, conviene recordar que Coco Dávez es el alter ego artístico de Valeria Palmeiro, nacida en Madrid en 1989. Tras una adolescencia en la que abandonó el dibujo, encontró de nuevo el pincel en Londres, donde inicialmente había viajado para estudiar fotografía.

De este modo, nació un estilo propio: una combinación de paletas cromáticas intensas, influencias del pop art y un minimalismo cargado de frescura.

Faceless: El poder de la ausencia

Por otro lado, el verdadero giro en su carrera se produjo con Faceless, su serie de retratos sin rostro.

Lejos de restar, la ausencia se convierte en un elemento narrativo: el espectador reconoce a Bowie, Picasso o Warhol sin necesidad de rasgos faciales. Así, Dávez demuestra que la identidad va más allá de las facciones; reside en la memoria cultural y en la emoción compartida.

Colaboraciones de lujo y presencia internacional

Además, Coco Dávez no se ha limitado a la galería. Ha colaborado con Chanel, Kenzo, Dior, Netflix y Prada, entre otras grandes marcas, aportando su sello colorista a campañas y proyectos globales.

Al mismo tiempo, ha expuesto en París, Londres, Lisboa, Hong Kong o Miami, consolidando una carrera con eco internacional.

Del lienzo a la calle: Estepona como galería abierta

Más recientemente, su obra ha traspasado los muros expositivos para conquistar el espacio público.

Entre junio y septiembre de 2025, 17 piezas de la serie Faceless transformaron la Calle Terraza de Estepona en una exposición al aire libre. La inauguración, que incluyó un concierto de Soleá Morente, unió arte, música y celebración, acercando la creación contemporánea al público general.

Mirando al futuro: riesgo, innovación y comunidad

Finalmente, Coco Dávez no concibe el arte como un destino, sino como un viaje en constante movimiento. Explora el uso de la inteligencia artificial, ilustra libros como ¿Y si fuera feria cada día? y sueña con convertir su estudio en un espacio de encuentro y mentoría.

De este modo, se posiciona no solo como artista, sino también como generadora de comunidad creativa.

En resumen, Coco Dávez ha redefinido la manera de entender el retrato en el siglo XXI. Con colores vibrantes, trazos minimalistas y una identidad inconfundible, demuestra que el arte puede comunicar incluso cuando calla los rostros.

Su obra es, en definitiva, un puente entre lo íntimo y lo colectivo, entre el lujo y lo popular, entre el presente y el futuro del arte.