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Ejercicio de Alta Intensidad: Recomendaciones desde la Cardiología

Por Redacción

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La nueva era del ejercicio para el corazón

Durante décadas, las recomendaciones para mantener un corazón sano han promovido el ejercicio aeróbico de intensidad moderada como caminar o nadar. Sin embargo, en los últimos años, una nueva modalidad ha captado el interés de cardiólogos, investigadores y pacientes: el ejercicio de alta intensidad, conocido como HIIT (High-Intensity Interval Training).

Este tipo de entrenamiento, que alterna ráfagas cortas de esfuerzo muy intenso con períodos breves de descanso o actividad ligera, ha demostrado generar beneficios equiparables e incluso superiores a los ejercicios tradicionales, en menos tiempo y con alta eficiencia.

¿Qué es el HIIT y por qué es diferente?

El HIIT consiste en:

  • Ejercicios cortos (20 segundos hasta 4 minutos) al 85-95% de la frecuencia cardíaca máxima.
  • Seguidos de pausas activas o pasivas.
  • Programas totales de 15 a 30 minutos, 2 a 4 veces por semana.

Ejemplos comunes incluyen:

  • Sprints en bicicleta estática.
  • Correr a máxima velocidad y caminar entre intervalos.
  • Ejercicios funcionales (burpees, saltos, sentadillas) en formato Tabata.

Beneficios comprobados para la salud cardiovascular

Según múltiples estudios publicados en Circulation, European Heart Journal y JACC, el HIIT puede:

Mejorar el VO₂ máx.

Este es uno de los predictores más potentes de longevidad. El HIIT puede aumentarlo en un 15-20% en pocas semanas, lo que indica mayor capacidad de oxigenación y resistencia del corazón.

Reducir la presión arterial

En pacientes hipertensos, el HIIT puede bajar la presión sistólica hasta 9 mmHg, según estudios comparativos con ejercicio moderado.

Disminuir el riesgo de enfermedad coronaria

El entrenamiento intenso favorece la disminución del colesterol LDL, el aumento del HDL y la reducción de la inflamación vascular.

El HIIT en personas con enfermedad cardiovascular: ¿es seguro?

Sí, con evaluación y supervisión médica previa.
Estudios como el “SMARTEX-HF” demostraron que pacientes con insuficiencia cardíaca estable mejoran más con HIIT que con ejercicio convencional, sin mayor riesgo si están bien monitorizados.

“Cuando se individualiza y supervisa, el HIIT es una herramienta poderosa incluso en cardiología clínica.”
— Dra. Ana Rodríguez Castillo

Efectos sobre otros factores de riesgo cardiovascular

Diabetes tipo 2

HIIT mejora la sensibilidad a la insulina y disminuye la glucemia posprandial más rápido que el ejercicio continuo.

Obesidad y grasa visceral

Promueve una mayor oxidación de grasas post-entrenamiento y reducción del perímetro abdominal.

Colesterol y triglicéridos

Ayuda a normalizar los niveles lipídicos, especialmente con dietas saludables complementarias.

Salud mental y calidad de vida

El HIIT no solo es beneficioso para el corazón, sino también para el cerebro:

  • Libera endorfinas y dopamina.
  • Mejora la autoestima y el estado de ánimo.
  • Reduce síntomas de ansiedad y depresión leve.

Recomendaciones prácticas de una cardióloga

NivelFrecuenciaFormato sugerido
Principiante2 veces/semana30 segundos de trabajo + 60 seg. de descanso × 6
Intermedio3 veces/semana1 minuto de trabajo + 30 seg. de descanso × 8
Avanzado4 veces/semana4 minutos de trabajo + 1 minuto de descanso × 4

Consejos:

  • Comienza con calentamiento de 5-10 min.
  • Finaliza con estiramientos suaves.
  • Evita el HIIT en ayunas si no tienes experiencia.
  • Monitorea tu frecuencia cardíaca: idealmente con reloj o banda torácica.

¿Quiénes deben evitarlo o adaptar el HIIT?

  • Personas con arritmias no controladas.
  • Pacientes con estenosis valvular severa.
  • Casos recientes de infarto (menos de 3 meses).
  • Personas con dolor torácico no diagnosticado.

Desde la cardiología moderna, el ejercicio de alta intensidad ya no es exclusivo de atletas, sino una opción válida y recomendable para la población general, pacientes en rehabilitación cardiovascular y adultos mayores entrenados.

“El HIIT ha demostrado ser más que una moda: es una revolución terapéutica en la medicina del ejercicio.”
— Dra. Ana Rodríguez Castillo