Una experiencia gastronómica entre las nubes
Madrid siempre logra sorprender, pero pocos lugares lo hacen desde las alturas como Élkar, el restaurante ubicado en la planta 33 de la Torre Emperador Castellana, a más de 160 metros sobre el suelo. Desde su reapertura, se ha consolidado como una de las propuestas más sofisticadas y exclusivas de la capital.
Además de su privilegiada ubicación, Élkar ofrece una experiencia sensorial completa, donde la cocina, las vistas y el ambiente se combinan para crear una velada verdaderamente inolvidable. No es casualidad que muchos lo describan como “la joya gastronómica suspendida sobre Madrid”.
Renovación con esencia mediterránea
Tras un proceso de renovación integral, el restaurante reabrió sus puertas en octubre de 2023 bajo la dirección de Aramark España, empresa reconocida por su excelencia en restauración corporativa y de alta gama. El objetivo fue claro: modernizar la propuesta culinaria sin perder la autenticidad del producto local.
El nuevo proyecto está encabezado por el chef Fran Vicente, conocido por su paso por el programa Top Chef. Su cocina fusiona la tradición con la vanguardia, creando una propuesta que honra la esencia mediterránea a través de técnicas contemporáneas.
Entre sus platos más destacados se encuentran el mero asado con beurre blanc y caviar, la molleja glaseada con salsa chamoy de kumquat o el foie gras Fundador 18 años acompañado de bizcocho de pimienta y canela. Asimismo, los postres —como el limón cítrico en texturas o la tarta de queso cremosa con confitura de arándanos— confirman la sensibilidad artística de un chef que entiende la gastronomía como una forma de emoción.
Un entorno de altura y elegancia
Sin embargo, Élkar no conquista solo por su cocina. El espacio, rodeado de ventanales que enmarcan la ciudad, ofrece una vista panorámica del skyline madrileño y de la Sierra de Guadarrama. La sensación es la de flotar entre las nubes mientras el bullicio urbano se desvanece bajo los pies.
Por otro lado, el interiorismo combina líneas contemporáneas con materiales nobles, logrando un equilibrio entre sobriedad y calidez. El restaurante dispone de varios salones privados, ideales para reuniones exclusivas o eventos a medida, todos equipados con la tecnología más avanzada.
Además, su bodega alberga más de 180 referencias de vinos nacionales e internacionales, seleccionados con precisión para maridar cada plato. Cada detalle, desde la cristalería hasta la iluminación, ha sido concebido para elevar la experiencia gastronómica a la categoría de arte.
Elkar Club: la noche también tiene sabor
De hecho, la experiencia no termina con la cena. El restaurante ha incorporado un nuevo espacio, Elkar Club, pensado para prolongar la velada con cócteles de autor y música ambiental. Este enclave nocturno, íntimo y elegante, propone una atmósfera perfecta para disfrutar de una conversación pausada mientras la ciudad se ilumina a los pies del visitante.
Elkar Club confirma la filosofía de la casa: no se trata únicamente de comer bien, sino de vivir una experiencia que apela a los cinco sentidos.
Accesibilidad y reservas exclusivas
Acceder a Élkar es parte de su encanto. Debido a las medidas de seguridad de la Torre Emperador, donde conviven embajadas y oficinas internacionales, es imprescindible reservar con antelación. El personal del restaurante recibe a los comensales en el vestíbulo principal y los acompaña hasta la planta 33 en un ascensor panorámico que anticipa la experiencia que está por venir.
Élkar abre de martes a sábado para almuerzos y cenas. En fechas señaladas, como Navidad o San Valentín, ofrece menús especiales diseñados para celebrar momentos únicos en un entorno inigualable.
Por otro lado, su servicio es atento, discreto y profundamente profesional, manteniendo el equilibrio perfecto entre la cercanía y la excelencia que caracteriza a los grandes restaurantes del mundo.
Una propuesta que democratiza la altura
Aunque se trata de un espacio de alta cocina, Élkar ha sorprendido recientemente con una iniciativa accesible: una carta de tapas a partir de cinco euros, pensada para quienes desean disfrutar de su cocina y sus vistas sin renunciar a la exclusividad.
Esta propuesta ha ampliado su público y demuestra que la gastronomía de altura también puede ser cercana. Es una manera de abrir las puertas del cielo madrileño a todos los que buscan una experiencia distinta.
Madrid mira al cielo y saborea el futuro
Élkar se ha convertido en símbolo de la nueva gastronomía madrileña, aquella que combina técnica, producto y emoción en un mismo plato. Con su visión renovada, su entorno privilegiado y su servicio impecable, el restaurante no solo conquista paladares, sino también miradas.
En definitiva, comer en Élkar es mucho más que sentarse a la mesa: es un viaje sensorial que une la sofisticación de la alta cocina con la belleza de contemplar Madrid desde el cielo.
 
								