La residencia de Joaquin Phoenix en las colinas de Hollywood ofrece un contrapunto sereno y auténtico. Lejos de los excesos habituales en las casas de las estrellas, este hogar refleja una filosofía de vida centrada en la discreción, la tradición y el contacto con la naturaleza.
Una arquitectura con historia
La casa fue construida en 1929 y responde al estilo misión, inspirado en las antiguas misiones coloniales españolas del suroeste de Estados Unidos. Por esta razón, no sorprende encontrar techos con vigas expuestas, chimeneas de ladrillo y suelos de cerámica artesanal. Además, sus amplios ventanales y puertas francesas permiten que la luz natural inunde los espacios, reforzando la conexión con el entorno.
Con aproximadamente 350 metros cuadrados, la vivienda se organiza en cuatro dormitorios y cinco baños. La distribución combina áreas sociales amplias con rincones privados, creando así un equilibrio perfecto entre convivencia y recogimiento.
Interiores sobrios y con carácter
A diferencia de otros interiores hollywoodenses, donde predominan los mármoles brillantes y los acabados ostentosos, la residencia de Phoenix apuesta por la sobriedad. Los materiales tradicionales, como la madera natural, el hierro forjado y la piedra, dialogan con un mobiliario de líneas limpias y tonos neutros. Como resultado, el interior transmite calma y autenticidad.
La chimenea principal se erige como el centro de la sala de estar, mientras que el comedor se abre hacia el patio a través de grandes ventanales. De esta manera, la frontera entre interior y exterior se vuelve difusa y refuerza la experiencia de habitar.
El lujo de la privacidad
Ubicada en un terreno de casi tres acres, la propiedad cuenta con jardines, piscina y terrazas. Este entorno no solo garantiza aislamiento y tranquilidad, sino que también invita a la contemplación y al descanso. Phoenix, conocido por su compromiso ambiental y estilo de vida vegano, utiliza parte del terreno para cultivar vegetales, integrando así su hogar con sus convicciones personales.
Una ampliación estratégica
En 2013, el actor adquirió la vivienda contigua, de unos 233 metros cuadrados. Esta segunda casa, con tres dormitorios y cocina de concepto abierto, sirve como espacio adicional para invitados o alquiler ocasional. Con ello, Phoenix consolidó un enclave privado que se extiende más allá de una sola residencia.
Un hogar con filosofía propia
Más que una mansión de lujo, la casa de Joaquin Phoenix es un refugio íntimo y coherente. No busca impresionar con ostentación, sino transmitir serenidad y respeto por la tradición arquitectónica local. En definitiva, la elección de este espacio muestra que, para el actor, el verdadero lujo no está en el exceso, sino en la autenticidad y en la capacidad de construir un lugar en armonía con la naturaleza.