Un fin de semana donde el deporte se viste de lujo
El Real Club de Polo de Barcelona abrirá sus puertas los días 18 y 19 de octubre para acoger el Torneo 36 Ciudad de Barcelona, una de las citas más esperadas del calendario ecuestre nacional. Este evento reunirá a equipos de alto nivel en un entorno donde la tradición deportiva se fusiona con el estilo de vida más sofisticado.
Además, el ambiente que se respira en el club va mucho más allá de la competición: asistentes nacionales e internacionales, invitados VIP y marcas exclusivas convivirán en un escenario que refleja la esencia del polo moderno.
Historia y legado de un torneo emblemático
El Torneo Ciudad de Barcelona nació con el objetivo de consolidar a la ciudad como epicentro del polo en España. Con el paso de los años, ha ganado prestigio gracias a la calidad de sus participantes, la organización impecable y el entorno histórico del Real Club de Polo, fundado en 1897. Hoy, en su 36ª edición, este torneo simboliza la evolución del polo: de deporte aristocrático a referencia del lujo contemporáneo.
Competición de alto nivel
En el terreno de juego, la intensidad será protagonista. La precisión de los jinetes, la velocidad de los caballos y la estrategia de cada equipo ofrecerán un espectáculo deportivo de primer nivel. Además, el formato del torneo permite al público vivir los partidos de forma cercana, creando una conexión única entre jugadores y espectadores.
Un escenario social incomparable
Ahora bien, el torneo es también un punto de encuentro para el networking y la vida social. Zonas privadas, terrazas con vistas al campo, propuestas gastronómicas gourmet y espacios de marcas exclusivas convertirán el evento en un auténtico escaparate de lifestyle. Como resultado, el público no solo disfruta del juego, sino de una experiencia sensorial completa.
Barcelona, capital del polo y del estilo
Finalmente, el Torneo 36 reafirma la posición de Barcelona como ciudad cosmopolita capaz de combinar deporte, cultura y elegancia. Durante este fin de semana, el polo se convierte en el lenguaje común entre la tradición y la modernidad, entre el rendimiento deportivo y el lujo más actual.
El espectáculo está servido.