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La Primavera: El desafío invisible de la alergia estacional

Por Redacción

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«Para mí, la primavera no huele a flores, huele a antihistamínicos.» Así resume Julia Méndez, de 32 años, su experiencia con la alergia primaveral. Mientras los parques se llenan de color y vida, para muchas personas comienza una batalla invisible: estornudos interminables, congestión nasal y fatiga. La alergia estacional, lejos de ser una simple molestia, afecta la productividad, el ánimo y la calidad de vida de quienes la padecen.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, más de 400 millones de personas en el mundo sufren de rinitis alérgica. En países como España, Argentina o México, se estima que entre un 20% y un 30% de la población adulta presenta algún tipo de alergia estacional, con especial repunte entre marzo y junio.

¿Qué es la alergia primaveral y por qué ocurre?

La alergia primaveral, también conocida como rinitis alérgica estacional, es una reacción exagerada del sistema inmunológico ante sustancias inofensivas del ambiente, especialmente el polen. Los culpables más comunes incluyen:

  • Polen de árboles (como el olivo, abedul o plátano oriental)
  • Pastos y gramíneas (grama, ryegrass)
  • Malezas (ambrosía, artemisa)

Cuando estas partículas entran en contacto con las mucosas de la nariz, ojos o garganta, el sistema inmunológico de las personas alérgicas las identifica erróneamente como amenazas. Entonces, libera histamina, la responsable de los síntomas.

Síntomas comunes:

  • Congestión nasal
  • Estornudos constantes
  • Lagrimeo y enrojecimiento ocular
  • Tos seca
  • Picor en nariz, paladar o garganta
  • Fatiga o irritabilidad

Factores de riesgo y cómo ha aumentado en las últimas décadas

La prevalencia de las alergias ha crecido de forma alarmante en los últimos 40 años. ¿Por qué? Los expertos apuntan a varios factores:

Cambio climático:

El aumento de temperaturas adelanta y prolonga la floración. Las plantas liberan polen durante más tiempo, elevando la carga alergénica del aire.

Contaminación urbana:

El dióxido de nitrógeno y el ozono agravan los efectos del polen, haciéndolo más agresivo.

Vida en interiores:

Pasar más tiempo en espacios cerrados y estériles disminuye la exposición a microbios naturales que regulan el sistema inmune en edades tempranas.

Predisposición genética:

Los antecedentes familiares de alergias (asma, eccema, rinitis) aumentan la probabilidad.

El impacto en la vida diaria

Aunque se considera una afección leve, la alergia estacional puede tener consecuencias importantes:

  • Reducción del rendimiento académico y laboral
  • Trastornos del sueño (más del 50% de los pacientes tienen insomnio estacional)
  • Empeoramiento del estado de ánimo: depresión, irritabilidad o ansiedad
  • Limitación de la vida social y actividades al aire libre

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Diagnóstico y tratamientos disponibles

Diagnóstico:

El alergólogo puede realizar pruebas cutáneas o análisis de sangre (IgE específica) para identificar los alérgenos responsables. También se usan calendarios polínicos y pruebas de provocación nasal.

Tratamientos:

  1. Antihistamínicos: Bloquean la acción de la histamina (loratadina, cetirizina, fexofenadina).
  2. Corticoides nasales: Reducen la inflamación local.
  3. Descongestionantes: Uso limitado (3–5 días) para evitar efecto rebote.
  4. Vacunas de inmunoterapia: Exposición progresiva al alérgeno. Es el único tratamiento que modifica el curso de la enfermedad. Puede durar 3–5 años.

Alternativas naturales y enfoque de bienestar

Cada vez más personas combinan tratamientos médicos con estrategias de bienestar:

  • Lavados nasales con solución salina: Ayudan a eliminar el polen de las vías respiratorias.
  • Aceites esenciales (como eucalipto o menta): Descongestionantes naturales.
  • Alimentación rica en antioxidantes: Frutas cítricas, frutos rojos, brócoli y cebolla contienen quercetina, un antihistamínico natural.
  • Infusiones: Ortiga, manzanilla y regaliz pueden aliviar síntomas leves.
  • Ejercicio suave (yoga, caminatas): Mejora el sistema inmunológico y el ánimo.

La medicina integrativa propone no solo atacar los síntomas, sino equilibrar cuerpo y mente.

Prevención y estilo de vida

Consejos clave:

  • Consulta el índice de polen diario (disponible en apps y servicios meteorológicos).
  • Evita salir al aire libre por la mañana (de 5:00 a 10:00) y al atardecer.
  • Mantén las ventanas cerradas en casa y el coche.
  • Usa gafas de sol y mascarilla en días de alta concentración.
  • Cambia de ropa y dúchate al llegar del exterior.
  • Aspira con filtro HEPA y lava sábanas semanalmente.

Niños y ancianos, al ser más sensibles, deben recibir atención especial.

La alergia primaveral no tiene por qué arruinar la estación más bella del año. Con los recursos adecuados y un estilo de vida saludable, es posible respirar profundo… sin miedo al polen.