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La villa de los Hilton: Elegancia eterna en los Hamptons

Por Redacción

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Un refugio familiar con historia y sofisticación

Durante más de dos décadas, Rick y Kathy Hilton, padres de la célebre Paris Hilton, convirtieron su majestuosa residencia en Water Mill en un símbolo de elegancia discreta en los Hamptons. La pareja eligió este enclave de Long Island para disfrutar los veranos con su familia y vivir el lujo desde la serenidad. Hoy, los Hilton ponen a la venta su villa por 14,95 millones de dólares, marcando el cierre de un capítulo lleno de recuerdos y estilo.

Un enclave donde el lujo se vive con naturalidad

La villa se extiende sobre 10 000 pies cuadrados —unos 975 metros cuadrados— y ocupa un terreno de 2,7 acres rodeado de jardines cuidados y acceso privado a la playa. Su arquitectura de estilo shingle house, tan característica de los Hamptons, expresa calma, tradición y buen gusto.

Al cruzar la entrada principal, la luz natural inunda los espacios. Tres chimeneas enmarcan los ambientes, la biblioteca revestida en madera invita a la lectura y el vestíbulo de doble altura recibe con elegancia a los visitantes. Además, en 2018 los Hilton renovaron la cocina gourmet y los baños, realzando el confort sin perder el encanto original.

Por otra parte, la disposición de los espacios demuestra un equilibrio perfecto entre amplitud y calidez. Cada ambiente invita a disfrutar la vida sin prisas, con ese toque de distinción que solo los Hamptons pueden ofrecer.

Un escenario para la vida en familia y el arte de recibir

Rick y Kathy Hilton compraron esta propiedad en 1999 buscando un refugio lejos del ritmo frenético de Los Ángeles. Aquí organizaron veranos familiares, fiestas al aire libre y veladas junto al jardín. Asimismo, Kathy Hilton preparaba cenas con amigos del mundo del cine, la moda y la alta sociedad neoyorquina, mientras Paris y Nicky disfrutaban del mar y la tranquilidad de la costa.

La casa, pensada para recibir, ofrece amplias terrazas con vistas, un pabellón exterior y una piscina tipo laguna rodeada de vegetación. Cada rincón refleja la personalidad de los Hilton: refinada, cálida y hospitalaria. De este modo, la residencia se convirtió en un escenario perfecto para compartir y celebrar.

Transición hacia un nuevo capítulo

Más de veinte años después, la pareja decide iniciar una nueva etapa. “Ha sido un hogar lleno de recuerdos, pero queremos que otra familia viva su propia historia aquí”, comentó una fuente cercana a Kathy Hilton.

Mientras se concentran en su vida en la costa oeste, los Hilton abren las puertas de su casa a un nuevo propietario que valore el mismo equilibrio entre sofisticación y serenidad. Así, el legado de esta villa continúa evolucionando con elegancia y propósito.

Elegancia que trasciende el tiempo

En un mercado saturado de ostentación, esta villa seduce por su autenticidad. La propiedad combina diseño, historia y calidez en perfecta armonía. No intenta impresionar con exceso, sino cautivar con equilibrio y carácter.

Finalmente, la residencia de los Hilton no solo sale al mercado: invita a quien la adquiera a continuar una historia marcada por el buen gusto y la elegancia. Más que una casa en venta, representa una forma de vivir el lujo con naturalidad, donde cada amanecer frente al Atlántico recuerda que la verdadera exclusividad se encuentra en los detalles.