Una trayectoria icónica que evoluciona
De musa internacional de los noventa a figura referente del estilo consciente, Laura Ponte continúa consolidando su papel como símbolo de elegancia atemporal. Nacida en Vigo en 1973, la modelo marcó una era al desfilar para Valentino, Ralph Lauren, Dior y Hugo Boss, convirtiéndose en una de las españolas más reconocidas de su generación.
Hoy, sin embargo, ha decidido dar un paso más allá: transformar su experiencia en una nueva etapa donde la moda, la artesanía y el diseño sostenible convergen bajo su mirada experta.
De la pasarela al taller: una mirada más íntima
En los últimos años, Ponte ha orientado su carrera hacia un universo más creativo y personal. Ha desarrollado proyectos propios como Luby & Lemerald, una firma de joyería y moda nupcial que fusiona arte, sensibilidad y oficio artesanal. Además, trabaja como asesora y consultora de estilo, colaborando con marcas que buscan autenticidad y coherencia estética.
Esta transición no ha sido casual. Según ha declarado a Forbes España, “la moda está en un momento de regeneración y conciencia”, una frase que resume su visión actual del lujo, entendido no como exceso, sino como búsqueda de significado y calidad duradera.
Imagen de una nueva generación de lujo
En 2025, Laura Ponte ha sido elegida imagen de Hispanitas para su campaña otoño/invierno, una alianza que marca su regreso al primer plano de la moda. La firma española, con más de tres décadas de historia, ha encontrado en ella la encarnación de su filosofía: elegancia natural, autenticidad e inconformismo.
Sin embargo, más que una simple colaboración, este proyecto representa una declaración de intenciones: fusionar tradición artesanal con diseño contemporáneo, una combinación que define el nuevo lujo mediterráneo.
Coherencia, conciencia y carisma
El encanto de Laura Ponte reside en su coherencia. Cada paso en su trayectoria actual responde a una elección meditada, con un propósito claro: preservar la esencia y la belleza de lo auténtico.
Su implicación en el diseño, la sostenibilidad y las causas sociales —como su colaboración con el Rastrillo Nuevo Futuro— refleja un compromiso real con el entorno. “Solo participo en aquello que me aporta y en lo que creo”, afirma con convicción, subrayando una ética de trabajo basada en la honestidad y el respeto al proceso creativo.
Un estilo que trasciende el tiempo
Así, más que una modelo o diseñadora, Laura Ponte se ha convertido en curadora de su propio universo estético: un espacio donde la moda se entiende como arte y el lujo como actitud.
Su historia, entre la discreción y la sofisticación, inspira a una generación que busca belleza con propósito.
En definitiva, Ponte no solo sigue siendo un referente de elegancia, sino también un ejemplo de cómo reinventarse con estilo, criterio y autenticidad en un mundo que valora cada vez más la esencia sobre la apariencia.