La gran retrospectiva que rescata a una artista transgresora
El Centro Botín de Santander acoge hasta el próximo 14 de septiembre de 2025 la exposición “Maruja Mallo: Máscara y compás. Pinturas y dibujos de 1924 a 1982”. Se trata de la retrospectiva más completa jamás dedicada a esta creadora gallega, organizada en coproducción con el Museo Reina Sofía. Posteriormente, a partir del 8 de octubre, la muestra viajará a Madrid, donde se exhibirá en el propio Reina Sofía.
Una artista adelantada a su tiempo
Maruja Mallo (Viveiro, 1902 – Madrid, 1995) fue una de las figuras más singulares de la Generación del 27. Su vida y obra estuvieron marcadas por la transgresión, la libertad y la búsqueda constante de nuevas formas de expresión. En una época en la que pocas mujeres lograban abrirse paso en el mundo del arte, Mallo se convirtió en símbolo de modernidad y en una de las voces más atrevidas de la vanguardia española.
Sin embargo, tras el estallido de la Guerra Civil, su carrera sufrió un paréntesis forzado debido al exilio. Por ello, durante décadas su figura permaneció en un relativo olvido, eclipsada por otros artistas de su generación. Ahora, esta exposición viene a restituirle el lugar que merece dentro del canon artístico del siglo XX.
El recorrido expositivo
La muestra reúne más de cien piezas, entre pinturas, dibujos y documentos inéditos, que permiten seguir la evolución de la artista a lo largo de casi seis décadas de trabajo.
En primer lugar, el visitante se encuentra con las obras iniciales, donde domina un realismo mágico lleno de vitalidad. Entre ellas destacan las célebres series de Las verbenas o los simbologramas, en las que Mallo retrata la vida popular madrileña con un tono entre festivo y crítico.
Más adelante, la exposición introduce su etapa surrealista, profundamente marcada por sus contactos con el círculo intelectual de la época. Aquí se aprecia su capacidad para dialogar con los grandes movimientos europeos, sin perder nunca su sello personal.
Por otra parte, el exilio en América supuso un giro decisivo en su obra. En países como Argentina o Uruguay, Mallo desarrolló nuevas líneas estéticas, abriéndose a formas geométricas y simbólicas de gran potencia visual. Finalmente, sus últimas creaciones, cargadas de geometrías cósmicas y visiones abstractas, revelan a una artista preocupada por la universalidad del ser humano y la conexión con la naturaleza.
Proyección internacional y fuentes
Las piezas proceden de instituciones de primer nivel, lo que subraya la relevancia del proyecto. Entre ellas se encuentran el Centre Pompidou de París, el Art Institute of Chicago, el MALBA de Buenos Aires, el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, así como el propio Museo Reina Sofía o el Museo Provincial de Lugo. Además, varias obras pertenecen a colecciones privadas, muchas de ellas nunca antes mostradas al público.
El catálogo y los textos críticos
Además de las obras expuestas, la muestra se acompaña de un catálogo bilingüe (español e inglés) que ofrece un sólido marco teórico. Incluye ensayos de especialistas como Patricia Molins, Alejandra Zanetta y Johanna Hedva, junto con textos inéditos de la propia Maruja Mallo. De este modo, no solo se ofrece una mirada estética, sino también un análisis profundo de su pensamiento.
En cambio, lo que convierte a este catálogo en una herramienta imprescindible es que también incorpora una biografía revisada de la artista, escrita por Juan Pérez de Ayala. Gracias a ello, el público dispone de un relato completo que combina lo visual con lo documental.
Un legado que inspira
Lo más destacado de esta exposición no es solo la magnitud de las obras reunidas, sino también el mensaje que transmite. Mallo aparece como una creadora visionaria, capaz de unir arte, ciencia y mito en un discurso profundamente actual. Además, reivindicó siempre la figura de la mujer moderna, anticipándose a debates que cobrarían fuerza décadas después.
En definitiva, “Máscara y compás” no es únicamente una exposición de arte; es también un ejercicio de memoria y justicia histórica. Santander se convierte así en la primera parada de un recorrido que promete devolver a Maruja Mallo el protagonismo que nunca debió perder.