Un diálogo transatlántico que transforma su obra
La Fundació Joan Miró presenta “Miró y los Estados Unidos”. La exposición revela la relación del artista con el mundo cultural norteamericano. Reúne 138 obras llegadas de colecciones europeas y estadounidenses.
Además, la muestra coincide con el 50º aniversario de la institución, lo que refuerza su importancia.
Un intercambio artístico que cambia la mirada habitual
Durante años se ha asociado a Miró con Francia. Sin embargo, esta exposición propone otra visión. Por un lado, muestra cómo su trabajo influyó en artistas clave del expresionismo abstracto, como Pollock, Rothko o Gorky. Por otro lado, refleja cómo la energía creativa de Estados Unidos, y especialmente de Nueva York, llevó a Miró a explorar nuevos gestos, colores y formatos.
Mujeres artistas que recuperan su espacio
La muestra también destaca a creadoras esenciales del mismo periodo. Nombres como Frankenthaler, Krasner o Bourgeois ocupan aquí un lugar central. Su presencia ayuda a ampliar un relato que, durante décadas, las dejó en la sombra.
De este modo, la exposición revisa la historia y ofrece un panorama más justo y diverso.
Un recorrido visual que combina técnicas y documentos
El visitante encuentra pinturas, esculturas, grabados, vídeos y archivos personales. El montaje permite entender la obra y las conexiones que marcaron la vida de Miró.
Además, varias piezas se exhiben por primera vez en Europa, lo que convierte la muestra en una oportunidad única.
Una alianza internacional que suma fuerza
El proyecto nace de la colaboración entre la Fundació Joan Miró y The Phillips Collection de Washington. Esta unión añade valor cultural y refuerza el vínculo entre ambos países.
Por otro lado, el apoyo de la Fundación BBVA ayuda a situar la exposición entre las más destacadas de la temporada.
Un Miró más actual y abierto a nuevas lecturas
Finalmente, la muestra invita a revisar la historia del arte del siglo XX. Sus conexiones con Estados Unidos abren nuevas preguntas sobre la construcción del canon y sobre las voces que quedaron fuera.
Así, la exposición no solo mira al pasado. También propone nuevas formas de entender la figura de Miró en el presente.