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Mustique: El refugio oculto de David Bowie

Por Redacción

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Un Paraíso Privado para las Élites Globales

Situada en las Granadinas, Mustique se ha consolidado como uno de los destinos más exclusivos del planeta. Esta isla privada, de apenas 5,7 kilómetros cuadrados, combina playas inmaculadas, una estricta política de privacidad y un ambiente donde el lujo se vive sin estridencias. Desde la década de 1960, cuando el aristócrata Colin Tennant adquirió la isla para transformarla en un refugio artístico y sofisticado, Mustique se ha convertido en un imán para la realeza, diseñadores, magnates y estrellas de la música. En consecuencia, aquí el anonimato no es un privilegio, sino una norma.

David Bowie y la Búsqueda del Refugio Perfecto

Entre los personajes que quedaron cautivados por la magia de Mustique destaca David Bowie. A finales de los años ochenta, el músico buscaba un retiro creativo y espiritual alejado del ruido urbano. Por este motivo, al descubrir la atmósfera contemplativa de la isla, decidió proyectar un espacio que reflejara un nuevo modo de habitar el Caribe. Su visión era clara: una obra única, exótica y casi mística.

Mandalay: Una Fantasía Asiática en el Corazón del Caribe

Así nació Mandalay Estate, una de las propiedades más fascinantes jamás construidas en Mustique. Diseñada por los arquitectos Arne Hasselqvist y Robert J. Litwiller, la mansión fusiona influencias balinesas e indonesias, creando una experiencia arquitectónica envolvente. Además, sus pabellones de madera noble, techos artesanales, estanques con carpas koi y jardines zen se integran con terrazas abiertas al mar, generando una sensación de retiro espiritual.

Para Bowie, Mandalay era “demasiado relajante para trabajar”, un lugar donde la calma absoluta casi impedía la creación artística. De hecho, más que un refugio vacacional, la propiedad se convirtió en un estado mental: un santuario privado diseñado para meditar, leer y reconectar con la esencia.

Una Joya en Constante Transformación

A mediados de los años noventa, Bowie decidió vender la propiedad al editor y poeta británico Felix Dennis, quien mantuvo vivo el espíritu contemplativo de la villa. Posteriormente, tras su fallecimiento en 2014, Mandalay pasó a manos del empresario Simon Dolan, que ha preservado su carácter icónico. Hoy continúa siendo una de las residencias más codiciadas de Mustique, accesible únicamente para un círculo muy selecto de huéspedes.

Exclusividad sin espectáculo

En la actualidad, Mustique sigue siendo sinónimo de privacidad absoluta. La isla, gestionada por la Mustique Company, limita cuidadosamente el número de visitantes y regula la arquitectura para preservar la armonía. Así, caminar por sus playas implica cruzarse con miembros de la realeza británica, actores internacionales o empresarios de renombre… sin cámaras, sin curiosos, sin interrupciones.

El Legado de un Visionario

La casa de David Bowie en Mustique no es solo una mansión; es un manifiesto de libertad creativa. Su diseño desafió las normas caribeñas y transformó la idea del retiro tropical. En última instancia, Mandalay permanece como un homenaje a la imaginación del artista, a su sensibilidad estética y a su eterna búsqueda de lugares donde la belleza y la introspección se encuentran.