Un legado que perdura en el tiempo
Desde hace más de siete décadas, Omega ha sabido construir relojes que trascienden generaciones. Por un lado, la Constellation, lanzada en 1952, se convirtió en sinónimo de precisión y estética inconfundible. Por otro, la De Ville, nacida en los años sesenta, consolidó la visión de la marca sobre la elegancia urbana. Hoy, ambas colecciones se renuevan para responder a los deseos de un público que busca exclusividad, historia y vanguardia en una sola pieza.
Constellation: tradición y modernidad en perfecta armonía
En primer lugar, la colección Constellation reafirma su identidad con detalles que evocan sus símbolos más icónicos: el diseño “pie-pan”, las célebres garras en la caja y el medallón con el observatorio de Ginebra rodeado de estrellas.
Además, las últimas versiones incorporan nuevos diales meteoríticos, elaborados con fragmentos del Muonionalusta, aportando un carácter único a cada ejemplar. Al mismo tiempo, los movimientos Co-Axial Master Chronometer garantizan la máxima precisión y fiabilidad, reforzando la esencia que desde sus orígenes ha hecho de esta colección un referente en la alta relojería.
De Ville: el arte de la elegancia refinada
Por otra parte, la colección De Ville continúa su recorrido como emblema de sofisticación. Desde su independencia como línea en 1967, este modelo se ha convertido en el escenario de grandes avances, como la incorporación del escape coaxial en 1999 o la creación del tourbillon central.
Hoy, la De Ville brilla con renovada fuerza gracias a su atemporalidad y a la predilección de embajadores como George Clooney, quien ha hecho del modelo Hour Vision su elección para combinar el día a día con eventos de gala. De este modo, la De Ville confirma su lugar como el reloj de vestir ideal para quienes valoran la discreción y el estilo refinado.
Un equilibrio perfecto entre dos universos
En consecuencia, mientras la Constellation se presenta como el guardián de la precisión y la innovación estética, la De Ville encarna la sofisticación clásica y versátil. Ambas colecciones, aunque diferentes en carácter, se complementan y consolidan la posición de Omega como una de las casas relojeras más influyentes del mundo.
El lujo que evoluciona
En definitiva, las renovaciones de 2025 no son simples ajustes, sino un recordatorio de que Omega sabe cómo honrar su legado al mismo tiempo que mira hacia el futuro. Así, la Constellation y la De Ville siguen marcando la hora con estilo, precisión y una historia que continúa escribiéndose con cada nuevo lanzamiento.