Una mansión que es pura declaración de estilo
En Palm Beach, una de las zonas residenciales más exclusivas de Florida, se alza Coral House, la imponente residencia de más de 21.000 ft² de Tommy y Dee Hilfiger. Desde el primer vistazo, esta propiedad no solo deslumbra por su escala monumental, sino que también seduce por la armonía entre exuberancia y sofisticación.
De la tradición a la modernidad
Para empezar, hay que entender que la mansión fue diseñada en los años setenta por el arquitecto John L. Volk, figura esencial del estilo Palm Beach. Más tarde, los Hilfiger decidieron rescatarla y, con una renovación integral, le devolvieron la grandeza. Así, combinaron el respeto a la historia con una visión contemporánea.
El arte de recibir: interiores con alma
A continuación, al cruzar el umbral, el visitante descubre un hall central revestido en piedra coral y maderas nobles. Desde allí, los espacios se suceden con fluidez: el salón principal con obras de Picasso y Warhol, el Coral Bar vestido en tonos lacados vibrantes, o el Palm Court, un patio interior que integra luz y vegetación.
Asimismo, la casa ofrece un equilibrio admirable entre majestuosidad y calidez. Cada estancia transmite personalidad: desde los cuartos de huéspedes con murales hechos a medida hasta baños con mosaicos de conchas que parecen sacados de un sueño mediterráneo.
Materiales que narran historias
Por otra parte, el verdadero lujo se percibe en la textura de los materiales. Coral auténtico del Caribe, sedas crudas, rafia, mármoles y maderas exóticas se combinan con lacados brillantes y tapicerías de diseño. De este modo, cada rincón habla de una elección consciente, casi artesanal, que refuerza la identidad de la casa.
La cocina como joya funcional
En contraste con lo ornamental, la cocina representa la unión entre tecnología y estética. Diseñada por Officine Gullo, se trata de un espacio donde el acero y el mármol se funden con líneas refinadas, pensado tanto para el disfrute diario como para el arte de recibir invitados.
Vistas que enamoran
Además, la ubicación frente al Atlántico otorga a Coral House un privilegio inigualable: amaneceres y puestas de sol que bañan de oro los interiores. No es casualidad que la suite principal se haya situado estratégicamente en lo más alto, captando las mejores perspectivas hacia el océano y la laguna Intracoastal.

Una filosofía de vida
En definitiva, para Tommy y Dee Hilfiger, Coral House es mucho más que un escenario de lujo: es un hogar vivo, donde confluyen familia, arte y naturaleza. Cada espacio se concibe como lugar de encuentro, de conversación y de inspiración.
El lujo habitable
Por último, Coral House representa una lección en arquitectura y estilo de vida: demuestra que el lujo auténtico no se mide solo en metros cuadrados ni en valor económico, sino en la capacidad de crear atmósferas que emocionen. Así, la residencia de los Hilfiger en Palm Beach se erige no solo como una mansión de ensueño, sino también como una declaración de principios: el arte de vivir con elegancia y verdad.
