El lujo tiene nueva coordenada este verano: Castellón, donde el mar se convierte en escenario y la música en un viaje sensorial sin precedentes. Del 24 de julio al 17 de agosto de 2025, el SOM Festival celebra su quinta edición en el Real Club Náutico, transformando la Costa Azahar en el epicentro del hedonismo mediterráneo.
Imagina vivir un concierto de Tom Jones o Camilo desde la cubierta de un yate fondeado frente al escenario, con la brisa marina acariciando tu piel y el atardecer tiñendo el horizonte de tonos dorados. Aquí, cada nota musical es un susurro exclusivo para quienes saben que el verdadero lujo no es solo poseer, sino experimentar lo extraordinario.
Un festival pensado para los sentidos
El SOM no es un festival convencional; es un encuentro diseñado para sibaritas, donde cada detalle habla el lenguaje de la excelencia. Desde hospitality VIP hasta experiencias culinarias de la más alta gastronomía, con menús elaborados por chefs con estrellas Michelin, cada momento promete convertirse en un recuerdo inolvidable.
El Real Club Náutico de Castellón, con sus aguas tranquilas y servicios de primer nivel, ofrece la atmósfera perfecta para este ritual contemporáneo: la fusión entre la cultura, la música y la sofisticación más exigente.
La magia del Mediterráneo como telón de fondo
Asistir al SOM es vivir el mar desde una perspectiva distinta: lujo y exclusividad en su máxima expresión. Las embarcaciones de diseño, algunas valoradas en más de un millón de euros, se convierten en palcos flotantes que rivalizan en estilo y confort con los mejores resorts del mundo. El espectáculo no solo está sobre el escenario, sino también en el propio puerto, donde el glamour late en cada proa iluminada.
El lujo del tiempo y la experiencia
En una era dominada por lo inmediato, el SOM Festival invita a detenerse, a reconectar con el placer genuino: un cóctel premium en mano, la música elevando el espíritu, el Mediterráneo desplegando su calma infinita. Aquí, el lujo es tiempo, espacio y emoción.
“No es un concierto, es un estilo de vida”, repiten los organizadores, conscientes de que el SOM ha logrado algo único: convertir la música en un lenguaje del lujo contemporáneo.